jueves, 7 de febrero de 2013

RUTA POR EL SOTO DE LAS JUNTAS

Dentro de los límites del Parque Regional del Sureste de la Comunidad de Madrid, encontramos el Soto de las Juntas lugar de gran interés al ser Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC).

Para realizar la ruta podemos recurrir al transporte público, en concreto al Metro y bajarnos en la estación Rivas Vaciamadrid de la línea 9 o bien mediante transporte privado recorriendo la A-3 hasta la salida 19.

El punto de inicio de la senda es el aparcamiento del Soto de las Juntas, como referencia podemos utilizar la edificación en estado de ruinas que encontramos a pie de carretera, el edificio con aspecto a un antiguo cuartel es de fácil localización.

Una vez llegado a tal punto, es hora de iniciar la ruta y empezar a descubrir todo lo que nos ofrece el Soto de las Juntas y dejar a tras las primeras impresiones y no sugestionarnos por las primeras vistas que nos ofrece el escenario.

La senda consta de unos 7 kilómetros aproximadamente y durante todo el recorrido no encontraremos ningún desnivel. El formato del camino es el de una pista forestal compuesta por zahorra que agradecen ciclistas y paseantes por la comodidad y amplitud del camino.

Durante toda la senda podremos observar como a ambos lados del camino crecen exuberantes tarays y en los claros donde el terreno es llano por su origen geológico y también por el antiguo uso agrícola de los  terrenos hallaremos multitud de plásticos de color negro colocados en posición vertical como si del mismo suelo surgieran, pues bien todos esos plásticos son protectores que resguardan jóvenes árboles y arbustos de la incesante y numerosa población de conejos que habita en la zona.

Son diversas las plantaciones que encontramos a lo largo y ancho del Soto de las Juntas, realizadas: por la Comunidad de Madrid, por el Ayuntamiento de Madrid y por voluntarios dentro de proyectos de recuperación del soto, en los cuales participe activamente en un primer momento como voluntario y posteriormente como técnico.

Otro de los aspectos a destacar y que podemos analizar mientras realizamos el itinerario, es la buena gestión que se ha realizado de los tendidos eléctricos, los cuales están totalmente señalizados con dispositivos para que las aves detecten la presencia de los cables y así evitar impactar con ellos, al igual que la instalación de posaderos recubiertos con materiales aislantes para evitar la electrocución de las aves.

Según avanzamos por el camino podemos buscar a nuestra derecha, clareos entre la vegetación de ribera y asomarnos a ver el transcurrir las aguas del río Manzanares, y si alzamos un poco la vista contemplaremos la majestuosidad de los cantiles de yeso, tan característicos de la zona.

Los peculiares cantiles de roca de yeso tienen su origen geológico en la cuenca endorreica que formó el río Manzanares y el río Jarama, la acumulación de las aguas produjo la formación de un pequeño mar interior que fue erosionando el terreno, hace cinco millones de años las aguas del este mar interior se fueron desecando y en la actualidad podemos ver las características Terrazas del Manzanares.

Otra de las huellas dejada por la cuenca endorreica es el gran depósito de áridos y cantos rodados existentes en la zona, de hecho se dice que todo el barrio de Vallecas fue construido con arena extraída de las graveras de la zona.

Si somos curiosos podemos encontrar una gran cantidad de depósitos de cantos rodados por una diversidad de puntos, por donde ya no pasa el agua de los ríos que asedian el Soto, ello es debido a que el caudal de los dos ríos hace miles de años era mucho mayor por lo que inundaban una extensión de tierra mucho mayor a la actual.

Durante el paseo es recomendable observar los cielos done podremos avistar enormes bandos de cientos de cigüeñas blancas y miles de gaviotas que se dirigen o vuelven del vertedero de Valdemingomez, aunque su destino no es muy glamuroso el poder ver como vuelan cientos de cigüeñas blancas, gaviotas y garcillas bueyeras principalmente es todo un espectáculo.

Poco a poco y disfrutando de toda la gran diversidad ornitológica que nos ofrece el Soto, llegamos a la inmediaciones de la laguna, todo un oasis para las aves acuáticas.

El origen de la laguna del Soto de las Juntas como el de las más de 100 lagunas que hay en la zona es antropomórfico debido a la extracción de áridos y cantos rodados, cuando las graveras empiezan a extraer el material producen una gran oquedad en el terreno y según van profundizando se acercan al nivel freático el cual rompen al llegar a un punto donde la capilaridad o granularidad del terreno deja escapar el agua subterránea que rápidamente inunda el agujero creado, el nivel de las aguas se estabiliza cuando estas igualan su altura con las aguas del río Manzanares y del río Jarama.

La pista nos conduce hasta uno de los observatorios de aves, en el cual es prácticamente obligatorio parar y entrar en el observatorio donde podremos echar mano de los prismáticos y de la guía de campo para ir identificando aves como: la focha común, el calamón común, el pato cuchara común, el somormujo lavanco, el zampullín común, zampullín cuellinegro, el cormorán grande y otras muchas más que habitan en algún momento del año la laguna.




El observatorio nos permite contemplar la avifauna sin ocasionar molestias y además es un buen lugar para poder retomar fuerzas tomando un pequeño almuerzo.

Una vez retomadas las energías, es momento de volver a la senda, que en este tramo nos ofrece una visión del río Manzanares mucho más nítida al no haber tanta vegetación en sus orillas al igual que podemos disfrutar de los cantiles de yeso situados al fondo a modo de telón de un escenario.

La erosión ha ido esculpiendo los cantiles ofreciendo peculiares formas que incluso desafían a la propia gravedad, en las grietas que la erosión va abriendo es uno de los lugares preferidos para anidar del rey de las rapaces nocturnas el búho real, el mayor depredador de la zona, en los cantiles también nidifica la chova piquirroja o incluso el halcón peregrino con el permiso del búho real, claro está.

Durante la senda es recomendable ir descubriendo rastros, como son las huellas que van dejado animales como el jabalí, el zorro o el más numeroso de los mamíferos de la zona el conejo.

La senda sigue pegada al curso de río Manzanares hasta llegar a un punto donde la trazada del camino se curva y nos conduce hasta el cauce del río Jarama donde es frecuente encontrar cercetas comunes, patos cucharas, porrones europeos y porrones moñudos principalmente.

Bajo las aguas del río Jarama se encuentran varios nidos de ametralladoras de la Guerra Civil Española, testigos de la trágica Batalla del Jarama que se produjo en esta zona, donde aun se pueden encontrar antiguas trincheras erosionadas o tapizadas por la vegetación.

Un poco más adelante volvemos a encontrarnos con la laguna y con nuevos observatorios donde podremos realizar una nueva parada para ver desde otra perspectiva la laguna y desde donde poder atisbar nuevos rincones.

Tras dejar a tras la laguna nos dirigimos al punto de inicio, al ser esta una ruta circular, pero en el trayecto de regreso podemos ir localizando en las ramas de los álamos los asombrosos nidos colgantes del pájaro moscón, o ver en acción al milano real, al milano negro, al cernícalo vulgar o al busardo ratonero entre otros.

En cuanto a los pájaros de pequeño y medio tamaño las especies que podemos observar son muchísimas: jilgueros, herrerillos comunes, martines pescadores, pitos reales, oropéndolas, alcaudones comunes, estorninos, urracas, carboneros comunes, mitos, mosquiteros, carriceros, zarceros, currucas, reyezuelos, mirlos, petirrojos, colirrojos tizones, tarabillas comunes, gorriones molineros, estorninos, pinzones, verderones, verdecillos, pardillos y muchas especies más.

En el apartado de reptiles y anfibios podemos encontrar culebras de escalera, lagartos ocelados y sapos corredores.

El insecto más destacable por su belleza es sin duda la mariposa cola de golondrina que podremos localizar revoloteando entre los tarays.

La isla que forma el Soto de las Juntas al estar entre dos ríos, es uno de los espacios naturales merecedores de una visita donde la ornitología debe ser una de las protagonistas.

Si deseas conocer el Soto de las Juntas, contacta conmigo para que pueda organizarte una visita guiada: danielmedioambiente@gmail.com

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