Su
población oscila entre las 1000 parejas, concentrándose la gran mayoría en la
Península Ibérica, su zona de cría es diversa ya que ocupa desde zonas de
montaña árida, bosques de media montaña, laderas rocosas.
Su
alimentación se basa en carroña y realiza sus grandes nidos en lo alto de
grandes árboles, situados en el interior de los bosques.
Es
una rapaz residente por lo que la podemos ver a lo largo del todo el año, para
su correcta identificación seguiremos las siguientes recomendaciones: rapaz majestuosa
de alas largas, anchas y con dedos largos profundamente marcados, cola corta y
redondeada.
En
vuelo los movimientos son lentos con un aleteo único y profundo, su silueta es
más tipo águila que el buitre leonado debido a la uniformidad de la anchura de
sus alas y a su plumaje completamente oscuro.
La
cabeza y el collar son de colores pálidos y marrones claros en el caso de los
adultos, los ejemplares jóvenes poseen un plumaje oscuro a lo largo de todo su
plumaje hasta los 6 años de edad donde adquieren el plumaje de adultos.
En
cuanto al color del plumaje podemos distinguir que las plumas cobertoras son
más oscuras que las rémiges, el plumaje de la parte superior es de color marrón
negruzco, en vuelo podemos observar como la terminación de las alas está compuesta
por plumas que marcan un borde aserrado, los únicos colores pálidos los
encontramos en las patas.
La
forma más habitual de observar al buitre negro es en vuelo, normalmente lo
encontramos entremezclado con grupos de buitres leonados que están realizando
vuelos en círculos para aprovechar las corrientes térmicas de aire caliente
para coger altura y poder planear sin gastar a penas energía, es en estas
ocasiones donde podemos comparar el tamaño del buitre negro con el buitre
leonado y darnos cuenta de la espectacular envergadura que posee el buitre
negro.
Una
de las grandes amenazas que encuentran las rapaces, son los cebos envenenados, método
nada selectivo que ocasiona grandes pérdidas, debido a la acción del veneno que
se acumula en el organismo del animal que ingiere el cebo envenenado y
posteriormente acudirán otros animales carroñeros como puede ser el buitre
negro entre otros.
Por
ello es de suma importancia concienciar a la población de que el uso del veneno
es un delito tipificado en el Código Penal en su artículo 336.
Como
ciudadanos tenemos la obligación moral y ética de avisar cuando encontremos
algún animal muerto en un medio natural, para ello podemos realizar una simple
llamada al teléfono gratuito 900 713 182, donde debemos informar el punto
exacto donde se encuentra el animal para que el Seproma y los agentes
forestales puedan acudir al lugar y realizar la correcta investigación, para
ello es de suma importancia no tocar al animal por motivos de sanidad y para
evitar borrar pruebas que pueden ser vitales en el cauce de la investigación
pericial.
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