miércoles, 5 de marzo de 2014

PUEBLO DE JADRAQUE

La localidad de Jadraque se encuentra en la Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha, pertenece a la provincia de Guadalajara y se sitúa dentro de la comarca de La Alcarria.

Jadraque se eleva hasta los 832 metros de altitud sobre el nivel del mar, cuenta con una extensión de 38,91 kilómetros cuadrados y se está rodeada por diversas poblaciones que ocupan todos los puntos cardinales, empezando por el Norte: Medrana, Noroeste: Jirueque, Este: Bujalaro y Argecilla, Sureste: Villanueva de Argecilla y Ledanca, Sur: Miralrio, Suroeste: Casas de San Galindo y Espinosa de Henares, Oeste: Membrillera, Noroeste: La Toba.

La etimología de la palabra Jadraque, deriva del árabe Chadaraque que significa Campo Verde, las crónicas citan que a partir del año 801 el nombre fue evolucionando hacia Xadaraq, Xadrac, Xadraque. El significado que la Real Academia de la Lengua dota a esta palabra es el de señorío.

A unos 2 km de donde se asienta el actual pueblo, en el paraje de “la Concha”, se han encontrado vestigios de un asentamiento romano, según Ptolomeo se llamaría Varada, ciudad murada.

A lo largo del valle del río Henares, transcurría la calzada romana que unía Emérita (Mérida) y Caesar Augusta (Zaragoza), desde época de los romanos Jadraque es un punto geográficamente estratégico al ser la frontera natural entre la Sierra Norte de Guadalajara, La Alcarria y La Campiña.

Los orígenes del actual Jadraque se remontan al siglo VIII, cuando Tarik y Muza conquistaron las tres cuartas partes de la Península Ibérica, en esta época los musulmanes construyeron en Jadraque una torre vigía islámica antecesora al castillo.

En plena Reconquista Jadraque afirmo su tradición cidiana unida a la figura de Don Rodrigo Díaz de Vivar, posteriormente el Cardenal Mendoza y sus herederos fortalecieron aun más la tradición del Cid.

Don Rodrigo Díaz de Vivar, “El Cid Campeador”, fue un caballero castellano cuya vida transcurrió a lo largo de la segunda mitad del siglo XI, nació en la localidad burgalesa de Vivar del Cid, sobre el año 1043 aproximadamente y falleció en Valencia en el año 1099.

Tras su muerte se forjo la leyenda, los cristianos bajos de moral necesitaban un referente y vieron en la figura invencible del Cid un motivo idóneo para narrar sus gestas, lo que posibilito una rica tradición de poemas y romances que se iban transmitiendo de pueblo en pueblo mediante juglares y poetas.

Así fue como apareció, en la segunda mitad del siglo XII o principios del siglo XIII, el que sería el gran poema épico de la literatura española: El Cantar del Mío Cid, que narra elogiosamente el destierro de Rodrigo por tierras castellanas, aragonesas y levantinas.

Investigadores del poema El Cantar del Mío Cid, ponen de manifiesto que el Castejón y castillo que se menciona en el poema, sería la villa de Jadraque, ello es debido a que en el año 1119 es fechado el primer documento escrito referente a Jadraque, en el que se le denomina Castejón de Ayuso.

La figura del Cid, ha dado origen al denominado Camino del Cid, que con sus más de 2000 kilómetros de longitud atraviesa cuatro Comunidades Autónomas: Castilla y León, Castilla La Mancha, Aragón y Comunidad Valenciana, transcurre por el territorio de ocho provincias: Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante.

Durante el transcurso de los siglos por las costanillas y moradas de Jadraque han acontecido un gran número de ilustres personalidades, destacando entre otros Gaspar Melchor de Jovellanos, Francisco de Goya, Juan Arias de Saavedra, José Antonio Ochaíta poeta nacido en Jadraque, los Reyes Católicos y Felipe V.

La edificación más notable de Jadraque es el Castillo, al cual dedique un artículo monográfico que pueden encontrar en el blog, caminando por las calles del pueblo descubriremos todo el patrimonio histórico artístico que alberga Jadraque, como por ejemplo la Iglesia de San Juan Bautista, la Ermita del Cristo, la Ermita de San Isidro o la Saleta de Jovellanos.

Paseando por la calle Mayor Baja llegaremos hasta la Plaza Mayor donde está el Ayuntamiento, ubicado en una distinguida casa de dos alturas, para acceder a él tendremos que subir siete escalones de piedra que nos darán acceso al porche, en la planta superior encontramos una amplia balconada que es iluminada por las noches con dos elaborados faroles y coronando el edifico el reloj, justo a la entrada del Ayuntamiento se asienta una fuente de piedra de forma octogonal.

Continuando por la calle Mayor Alta llegamos hasta la plaza Gutíerrez de Luna, donde a la sombra de varios pinos se encuentra el monumento al poeta José Antonio Ochaíta nacido en Jadraque en 1905.

En la misma plaza y ante una escalinata de piedra se eleva la Iglesia de San Juan Bautista, construida sobre los restos de una iglesia románica anterior, el arquitecto elegido para el proyecto fue Pedro de Villa Monchalían a finales del siglo XVII.




La imponente portada está orientada al poniente y es de estilo manierista, la iglesia cuenta con una esbelta torre compuesta por tres plantas y rematada en chapitel, en lo alto de la torre se puede observar el campanario.

Al entrar en la iglesia uno no espera encontrarse con las grandes proporciones que se abren ante los ojos del visitante, la planta de tres naves están separadas por arcos de medio punto y bóvedas de medio cañón con lunetos.

El crucero tiene cúpulas sobre pechinas, presentando una cúpula más pequeña y una compleja decoración con yeserías.

Uno de los elementos más destacados es la bóveda semiesférica situada sobre el presbiterio con las imágenes de los arcángeles pintadas sobre pechinas.

El altar mayor es de estilo barroco, dedicado a San Juan, procede de la iglesia de Carrión de los Condes (Plasencia). La iglesia conserva en las capillas laterales una serie de lápidas de alabastro y estatuas yacentes de caballeros y personajes de la localidad del siglo XVI.

En una sala lateral de la iglesia descansa una talla de Cristo crucificado, denominado el Cristo de los Milagros, la obra es atribuida al maestro Pedro de Mena que consiguió tallar la madera y devolverla a la vida dotándola hasta del más mínimo detalle, sin duda una obra minuciosa y de una belleza impactante.

La sacristía de la iglesia acoge todo un tesoro pintado en 1661 por Zurbarán, el óleo representa la escena de Cristo recogiendo las vestiduras después de la flagelación.

Tras visitar la Iglesia, retomamos la calle Mayor Alta y posteriormente la calle Mayor Baja en dirección descendente hasta llegar al número 7 de la calle Mayor Baja donde un elaborado escudo heráldico llama nuestra atención y una placa nos recuerda que en esa casa vivió el intelectual y mecenas D. Iván Arias de Saavedra que compartió estos muros con sus amigos Goya y Jovellanos 1737-1811.

La antigua casa palacio de Don Juan Arias de Saavedra alberga la Oficina de Turismo y la Saleta de Jovellanos, para acceder a ella debemos entrar por la puerta situada en la plaza de Jovellanos.

El ilustre político y escritor D. Gaspar Melchor de Jovellanos residió durante unos meses del año 1808 en la casa palacio de D. Iván Arias de Saavedra para poder recuperarse de los sufrimientos padecidos durante su estancia en la prisión del castillo de Bellver (Palma de Mallorca).

Durante su estancia en Jadraque, Jovellanos recibió la visita de su amigo Francisco de Goya, al cual le invito a que le ayudara a terminar de decorar la habitación donde se alojaba.

Las paredes de la Saleta de Jovellanos fueron decoradas con pinturas que reflejan los recuerdos que adquirió Jovellanos en Mallorca, como son el castillo de Bellver y el puerto, además de paisajes y adornos florales.

Debido a la buena conservación de los frescos se han realizado estudios pictóricos donde los expertos han podido catalogar y atribuir que ilustraciones fueron realizadas por Goya.

Si realizamos un análisis minucioso de las escenas expuestas en las paredes, podremos observar la situación social-económica y política de la España de 1808.

Una vez visitada la Saleta de Jovellanos es muy recomendable callejear e ir descubriendo edificaciones de interés, la calle de San Juan alberga importantes construcciones como casonas o palacetes de estilo castellano, decorados con escudos de armas y blasones.

Otras edificaciones de interés son: la Ermita del Santísimo Cristo, el Conveto de los Capuchinos, la Ermita de San Isidro y la Ermita de Cáritas.

Como pueden comprobar Jadraque ofrece al viajero una amplia oferta cultural, por ello les recomiendo que anoten en sus agendas “visitar Jadraque”.


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